La inflamación de la glándula prostática - prostatitis - es cada vez más común en hombres en edad reproductiva, es decir, de 20 a 50 años. Hace algunos años, esta enfermedad se atribuía con mayor frecuencia a hombres mayores de 60 años. La razón de este cambio, por supuesto, es la propagación de factores que deprimen el cuerpo.
Así, hoy en día esta enfermedad insidiosa se ha convertido en un verdadero problema en la urología moderna: los pacientes, sin saber las consecuencias, prefieren guardar silencio sobre su mala salud. Sin embargo, este mareo puede llevar a consecuencias tan tristes como la infertilidad irreversible y la inflamación de muchos órganos.
La prostatitis ocurre debido a la aparición de una infección bacteriana, cuyos agentes causantes ingresan a la próstata de diferentes maneras: ascendente (a través de la uretra), descendente (desde la vejiga), linfogénica y hematógena (debido a la inflamación de otros órganos): sinusitis, fisuras anales, hemorroides e incluso caries). Sin embargo, además de la propia infección, existen una serie de factores que desencadenan el mecanismo de inflamación de la glándula prostática.
La hipotermia, la inmunidad debilitada, los trastornos hormonales, el daño al tracto urinario, las enfermedades de transmisión sexual, la vida sexual irregular y un estilo de vida pasivo contribuyen al desarrollo de la enfermedad. Hay dos tipos de prostatitis: aguda y crónica, cada una de las cuales requiere enfoques de tratamiento tanto generales como individuales.
Tratamiento
El tratamiento de la enfermedad se reduce a la eliminación de un proceso estancado o inflamatorio en la glándula prostática. Pero para finalmente tratar esta dolencia, primero debe excluir la causa de su aparición y luego tratar la enfermedad en sí.
Diagnóstico: un frotis de la uretra para calcular si hay virus, protozoos o bacterias en la glándula. Si se identifica alguno, entonces se necesitará terapia antibacteriana (tratamiento con antibióticos) para una infección bacteriana y para preparaciones de etiología viral, interferón o gamma globulina. Dependiendo del grado de la lesión, se determina cuánto durará esta etapa del tratamiento.
Medicamentos: no puede prescindir de ellos
Primero debe asegurarse de que el proceso sea de naturaleza infecciosa. Si es así, se necesitan medicamentos en esta categoría. Además, casi siempre se prescriben para la prostatitis crónica, incluso si no se encuentran signos evidentes de infección.
La mejor opción sería primero tomar un hisopo de la uretra y examinarlo para detectar la sensibilidad de las bacterias a los antibióticos; esto permitirá elegir el medicamento más efectivo.
La terapia con antibióticos se lleva a cabo con un grupo de antibióticos de fluoroquinolona. Esto se debe a que este tipo de antibióticos penetra bien en los tejidos de la glándula prostática, a diferencia de los antibióticos de la serie penicilina, cefalosporina y macrólidos.
La terapia con antibióticos puede llevar bastante tiempo, hasta tres meses. Sin embargo, no olvide que el uso irreflexivo de antibióticos no ha traído ningún beneficio a nadie; asegúrese de consultar con un especialista para que pueda aconsejarle qué medicamento necesita.
Nota para el paciente: muchos medicamentos de esta categoría tienen un efecto depresor sobre los espermatozoides, ¡pero esto es solo durante el tratamiento! No hay necesidad de preocuparse por esto: después de un par de meses, la capacidad de fertilización de los espermatozoides se restablece por completo.
Junto con los antibióticos, es recomendable prescribir medicamentos antimicóticos, ya que los antibióticos actúan solo sobre las bacterias y, en el contexto de una inmunidad reducida, aparece una predisposición a las enfermedades micóticas (es decir, fúngicas).
También es posible prescribir bloqueadores alfa, que suprimen el dolor y alivian el espasmo de la glándula, relajando los músculos lisos del cuello de la vejiga y la glándula prostática.
Paralelamente a la terapia con antibióticos, a un hombre se le prescribe un masaje de próstata; el procedimiento es bastante incómodo y doloroso, pero absolutamente necesario para curar la prostatitis. Además, el médico le recetará medicamentos fortificantes que disuelven los procesos estancados y aumentan la inmunidad del cuerpo.
El propio paciente tendrá que hacer mucho: para que el tratamiento pase más rápido, para garantizar un mejor suministro de sangre, el paciente debe llevar un estilo de vida activo: moverse más, sentarse o acostarse menos.
Para un tratamiento integral y efectivo de la prostatitis, es probable que a un hombre se le receten medicamentos adicionales que incluyen ingredientes naturales y naturales. Estos fármacos mejoran significativamente el pronóstico del tratamiento.
Repetimos: tomar estos medicamentos no excluye todas las etapas de tratamiento anteriores, sino que solo las complementa. En ningún caso puede reemplazar la ingesta de un antibiótico con cualquier tintura de hierbas, tienen direcciones de acción completamente diferentes. Echemos un vistazo a los remedios herbales más comunes para la prostatitis.
En el mercado farmacéutico moderno, los medicamentos para las formas crónicas y agudas de prostatitis están ampliamente representados. Sin embargo, no se debe olvidar que la selección de medicamentos es un asunto puramente individual, y antes de comenzar a tomar cualquier medicamento por su cuenta, debe consultar a un urólogo. De hecho, a veces la automedicación puede hacer mucho más daño que bien.
El descuido es el enemigo de la salud
¿Qué sucederá si se permite que la enfermedad siga su curso? Si un hombre tiene "suerte" de contraer una forma aguda de prostatitis, es extremadamente importante consultar a un médico ante los primeros síntomas; esto ayudará a sobrellevar la enfermedad de manera mucho más rápida y eficiente.
Si la patología pasa a la etapa crónica, son posibles remisiones a largo plazo, durante las cuales el dolor en la ingle al orinar dejará de molestar temporalmente al paciente, la temperatura corporal no diferirá mucho de lo normal, el hombre puede decidir que su función sexual también se ha recuperado.
Sin embargo, durante esta "euforia engañosa", el proceso inflamatorio, que se originó en la próstata, penetra más y más profundamente en todos los órganos humanos. Además, las remisiones se reemplazan por exacerbaciones agudas, cuyos síntomas son mucho más brillantes que los anteriores.
El descuido en relación con su propia salud puede provocar muchas complicaciones desagradables: abscesos, pérdida de potencia, infertilidad. Además, la infertilidad en etapas avanzadas de inflamación de la glándula prostática rara vez puede tratarse.
¡Atención! No intentes automedicarte. Se requiere una consulta médica y un examen en la clínica.